EL SKATE Y EL BONDICon este título damos inicio a lo que creor, será una nueva sección interminable, con todas las hazañas, proezas y aventuras que, con un tanto de realidad y otro tanto de ficción, ha vivido nuestro joven amigo pochito.
Y que mejor forma de arrancar esta sección con un clásico, de esos que quedaron en la memoria de muchos monserratenses.
Cuenta la mitología, que en sus épocas de pequeño, en las que andaba perdido haciendo destrozos, pasaba el tiempo con sus amigos andando en patineta, como bart simpson. Pero no era un skater cualquiera. Es más, dicen las malas lenguas que Tony Hawk lo invitó a participar de unos X-GAMES, pero el no aceptó porque estaba con angina.
Pero el talento no lo probaría delante de las cámaras sino en una simple calle de su barrio: acababa de tirar la triple mortal atrás con los ojos vendados, cuando ya entrada la tardecita se predisponía a volver a su casa. Allí fue cuando el destino quiso jugarle una mala pasada. Distraído y a 60 km/h, no se percató de que en frente venía un colectivo cruzando la avenida. Pero en una micromillonésima de segundo, vio la muerte cara a cara y sonrió: patió el skate por debajo del colectivo, trepó y alcanzó el techo, hizo dos pasos y cayó del otro lado sobre la patineta andando. De pie señores. APLAUDAN. Este tipo es un distinto, un fuera de serie.
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